A pesar de que el mundo se ha ido liberando y poco a poco se va generando mayor igualdad en los derechos y deberes de las mujeres y hombres dentro de la sociedad, para nadie es un secreto y creo que aunque me moleste aceptarlo es la realidad, todavía las mujeres sexualmente activas y que viven su sexualidad a plenitud y con libertad, están mal vistas, de hecho nosotras las mujeres nos encargamos de despotricar y fomentar descalificaciones y críticas hacia este comportamiento de algunas mujeres. Usamos infinidades de sinónimos para exponer a otras mujeres más «liberales» como unas cualquieras, pero no pasa lo mismo con los hombres.
El tema siempre ha generado mucha polémica, ya que muchas mujeres reclaman sus derechos de libertad de expresión y actuación si tener que ser vistas como personas sin valores, mientras que los hombres actúan a sus anchas, ganando puntos como los machos conquistadores.
Antes que nada quiero que quede claro que estoy en total acuerdo con la igualdad de sexos, y como siempre lo he dicho, cada uno hace lo que considere con su cuerpo y vida, los comportamientos buenos o malos no dependen de si eres hombre o mujer, depende del acto en sí.
Toda esta introducción la hago para adentrarme en una palabra que ha sido tocada en muchas conversaciones polémicas que he tenido en diversas ocasiones, y es el porqué existe el término ninfómana, en género femenino. Ahí muchas saltamos y decimos, que mundo tan machista! Sólo son adictas al sexo las mujeres, los hombres parece que lo tuvieran aceptado como actividad normal del día a día.
Lo anterior de alguna manera reitera esa visión social que se tiene de la mujer y el sexo, pero también es importante que antes de hablar nos informemos y nos demos cuenta que en realidad, los adictos al sexo pueden ser hombres y mujeres sin diferencia de género, lo único que varía es la palabra para denominar a cada sexo.
Cuando hablamos de adictos al sexo, hacemos referencia a una Hipersexualidad, que es definida por Wikipedia como el aumento repentino o la frecuencia extrema en la líbido o en la actividad sexual, y es sin duda un trastorno general para hombres y mujeres.
Ahora, porqué sólo hay ninfómanas? La respuesta es sencilla. El concepto de hipersexualidad sustituye los antiguos conceptos de Ninfomanía (furor uterino) y de satiriasis. La ninfomanía se consideraba un trastorno psicológico exclusivamente femenino caracterizado por una líbido muy activa y una obsesión con el sexo. En los hombres el trastorno era llamado satiriasis y a quien la padecía se le denominaba sátiro o satiriaco. (Es diferente a satírico).
Ya vemos porqué no se estila usar el término ninfómano, en realidad, ellos también son considerados adictos al sexo si padecen ese trastorno, sólo que con otro nombre. Lo extraño es que la palabra ninfómana sea más conocida y popular que la satiriasis o satiriaco, que personalmente no había oído antes.
Creo que con lo anterior podemos abordar la polémica de otra manera, es decir, ya sabemos que en teoría no existen los ninfómanos pero sí en la práctica, aunque como cosa extraña, las mujeres nos vemos atacadas socialmente al tener este tipo de comportamientos, por lo que tiene todo el sentido que la palabra ninfómana sea mucho más usada en nuestro entorno con fines de descalificación y que sea más conocida que la que define a los hombres adictos al sexo.
Hoy aprendí algo nuevo y me pareció interesante compartirlo con todos, ya sabemos que existen las ninfómanas y los sátiros. ¿Sabías esto? ¿Qué opinas del tema?
Un beso grande y saludos!
Definitivamente cada dia me actualizo mas, no tenia ni idea que existia esa palabra para calificar a los hombres, siempre he dicho que siempre en este blog encuentro siempre temas muy interesantes y actuales, soy tu fan numero uno, besos y bendiciones
Exelente yo tampoco conocía esta palabra y siempre me había preguntado como se les llamaba a los hombres con este problema muchas gracias